A pocos meses de haber tomado posesión de la dirección del Instituto Poblano de la Juventud, Guillermo Almazán Smith quien niega formar parte del yunque (organización de ultraderecha con una postura muy firme contra el aborto legal y seguro, la distribución de métodos anticonceptivos a la juventud, la diversidad sexual y la educación sexual integral y laica) afirmó que estudiaría la posibilidad de abrir un centro de rehabilitación para homosexuales, como el que Sandoval Íñiguez promueve en Guadalajara, Jalisco.Sin importar lo que la misma organización mundial de la Salud pudiera decir al respecto.
Lo importante es ver que estos centros son concebidos desde la óptica que opera el Courage Latino, organizando seminarios y talleres para fomentar habilidades y herramientas en terapias de Re-orientación sexual para psiquiatras y psicólogos (quienes en estas situaciones no deberían llamarse profesionales de la salud)
Es importante voltear a lo que sucede fuera de la ciudad de México, la zona de confort de muchas personas para refugiarse en el argumento insensible de "México ya cambió". La situación es complicada a dos horas de distancia como lo está Puebla, a unos minutos en el tráfico en el Estado de México, con esto no quiero decir que no existan problemas en la ciudad de México referentes al ejercicio de derechos sexuales y reproductivos, sólo menciono que debe recalcarse que la diferencia es indescriptible.
En Puebla no existe una ley contra la discriminación, hay candados para despenalizar el aborto, hay mujeres siendo procesadas por abortar sin importar los motivos en los que sucedió, hay muchos crímenes de odio por homofobia etiquetados como crímenes pasionales, la juventud es criminalizada y las personas no heteroxuales son detenidas u hostigadas por "faltas a la moral" al demostrar sus afectos en las calles. El trabajo es mucho y es más difícil cuando las personas en el poder no trabajan para sus ciudadanos, sino para sus propios prejuicios.