El 2 de Octubre, ya se nos olvidó
Si salimos a las calles de México a preguntar lo que se conmemora el 2 de Octubre nos vendrá la cabeza la matanza de alumnos de 1968 en la Administración de Luis EcheverrÃa en la plaza de las 3 culturas en Tlatelolco. Aun si preguntáramos en un bar gay seguro que muy poca gente podrÃa mencionarnos lo que pasó 10 años después y las consecuencias que nos ha dejado, que 10 años después en esta conmemoración dolorosa por primera vez un colectivo disidente sexualmente salió a las calles a mostrarse públicamente y dar inicio asà a lo que ahora es nuestra marcha del orgullo gay (sÃ, nomás gay, por que a muchos y muchas les da pena incluir a las demás disidencias) sobre paseo de la Reforma asà de pop y mercantilizado además.
Aquel primer grupo de activistas (que ya han de nadar en sus 50s o 60s) herederos y herederas de un movimiento feminista que empezaba a ver la luz en América Latina con un poco más de forma y empezaba a dar bandera a las disidencias sexuales que debÃan emerger seguramente no imaginó que algo completamente distinto seria lo que harÃamos quienes pertenecemos a esta nueva generación.
Y no es que sea un izquierdoso y azotado que diga que odio todo aquello que tiene que ver con esta nueva onda gay del cabaré-tito de lo más chévere) ni tampoco extraño aquellos tiempos del FHAR que ni me tocaron vivir (soy modelo ochentero, de 23 años y tamaño de bolsillo)
Sólo me pregunto si alguno de nosotros cree en el cambio social con todas las cosas que están pasando en nuestro paÃs, me pregunto si estoy loco por creer que podemos cambiar al mundo como ciudadanos de éste o si nos hemos instalado en esta zona de confort que implica poder balar con alguien de nuestro mismo sexo en la clandestinidad de un bar gay pretendiendo que gozamos de un entero y completo ejercicio de derechos, o si creemos que está bien evitar mostrar nuestros afectos a la persona que amamos nomás por que en el reglamento de Six Flags està prohibido o por que nos pasaron el chisme de que en Reforma 222 nomás no se puede.
Platicando con Gloria Hazel, una mujer trans activista a quien tengo la suerte de conocer, la oà decir con mucho convencimiento que hemos hecho trizas un movimiento y convertido en "carne de antro" lo que inició como una lucha por derechos y la lucha del coming out en tiempos de Harvey Milk (pa` los que vieron la peli), no soy quizás de la idea de poner bibliotecas en los bares (por que serñia la ruina de la vida nocturna, pero si me gstarñia pensar que podrÃamos conquistar espacios distintos y fuera de los que ya lo están, tomamos paseo de la Reforma en la ciudad de México cada año y eos nos ha dado el derecho de transitar libremente por ahà o en la Zona Rosa, ¿Qué hay de los demás espacios? ¿qué hay de centros comerciales donde hay homofobia? Qué hay de la provincia? Qué hay más allá de los Zócalos ya ganados en el interior de la república? Que hay d elso llamados bares bugas? Creo que podremos hacer cierta visibilización no sólo entre hombres, sino también con nuestras compañeras de movimiento trans y lesbianas con otros hombres trans o con la invisible población bisexual. Esta discusión no es nueva y no tiene por que cambiarte la vida, nada más es lo que me ha ocupado la cabeza estos dÃas. Luego s elos paso traducido que en esas ando...
Besazos desde México y escúchenme los martes y jueves en www.radiofunk.com.mx a las 5 pm.
La cuestión es querido Nolo, que si podemos ir a cualquier lugar y sentirlo como propio, mientras nos quitemos esa mentalidad de "no voy, porque no es un lugar gay". Cualquiera puede ser un lugar "para nosotr@s" si lo sentimos asÃ.